Domingo. 11 AM. Me despierto con un mensaje de mi
amigo que dice:
“Tengo resaca. Que hago?”
Cuatro palabras, toda una responsabilidad.
A todos alguna vez nos ha pasado de despertarnos, mirar el
techo, y sin entender demasiado donde estamos, darnos cuenta de golpe que
tenemos resaca. En esa posición mientras miramos el
techos, se nos acercan uno por uno los síntomas: nos duele la cabeza, la luz
nos parte la retina, el olor a comida que viene de la cocina nos da nauseas, se
nos mueve todo. RESACA. La peor resaca, seguramente juremos nunca volver a
tomar, pero en el fondo sabemos que es mentira.
Seguido a eso buscamos como escapar del escarmiento que nos
ha caído encima por tomar alcohol y recurrimos a nuestra fuente ya sea: receta ancestral familiar, amigo médico (si investiga el tema mejor), o sino vamos ahí
donde todos terminamos, en EL que todo lo sabe, EL que tiene todas las
respuestas, EL que siempre nos salva: Google.
Un científico holandés, JC Verster, seguramente luego de un
día de resaca, decidió investigar si era el único que googleaba el tema y
cuando lo hacían. Descubrió algo interesante, las búsquedas en internet sobre
la cura para la resaca presentan una periodicidad con picos que coinciden con
los fines de semana, (es decir si graficamos los dias del mes en función de las búsquedas, vamos a ver que aumentan los sábados y domingos) y picos más altos todavía, luego de los días festivos (año nuevo).
Conclusión: todos buscamos y seguiremos buscando lo mismo. Cada
uno tendrá sus formas, pero el fin de semana, después de haber tomado alcohol,
lo único que nos importa es buscar una forma de sentirnos mejor. Lo que me
lleva a dos preguntas:
-
Existe la cura para la resaca?
-
Acaso no aprendemos nada?
La respuesta a la primera es NO, no existe una cura para la
resaca, aunque nuestro amigo nos asegure que prepara un brebaje milagroso seguramente esté más cerca del placebo que de
la efectividad. Existen sí una serie de elementos para disminuirla pero será
tema de otra discusión, así la “cura” sigue siendo un terreno incierto, con
investigadores a favor del desarrollo de un fármaco anti-resaca, e
investigadores en contra argumentando dilemas éticos.
En cuanto a si aprendemos o no, claramente NO, así mientras
nos dura la resaca aseguramos no volver a beber.. (tanto), la realidad nos
muestra que no aprendemos de nuestros errores, y que probablemente el fin de
semana próximo nos encuentre googleando una cura que sea mas eficiente que la
de la semana pasada.
Fuente: http://www.eurekaselect.com/96710/article
Fuente: http://www.eurekaselect.com/96710/article
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